ASSAL Reconquista interceptó un vehículo que distribuía carne clandestina

En la jornada del viernes 24 de mayo, auditores de ASSAL detuvieron un vehículo que se disponía a descargar en una carnicería de Reconquista y procedieron a inspeccionarlo. En primera instancia, se solicitó la presentación de las respectivas habilitaciones y documentación de la carne. Al carecer de las mismas (habilitación del vehículo, carnet de manipulador, certificado sanitario y permiso de tránsito), los auditores procedieron a inspeccionar la mercadería. Se encontraron bandejas con diferentes cortes de carne bovina y porcina, embutidos frescos y cocidos, así como diferentes subproductos elaborados. Se constató que ningún corte presentaba sellos que demostraran la inspección veterinaria oficial, además de la presencia de tierra, pelos y materia fecal contaminando la carne.

Se dio intervención a la Guardia Rural “Los Pumas” Sección 26 Reconquista, donde fue trasladado el vehículo a fin de realizar el decomiso del total de la carga que sumó 220 kilogramos; se desnaturalizó con azul de metileno y posteriormente se trasladó a los digestores del frigorífico local.

La faena clandestina representa graves riesgos para la salud pública debido a la falta de supervisión y control sanitario. Algunos de estos riesgos incluyen:

  1. Contaminación bacteriana: En las faenas clandestinas, la manipulación y procesamiento de la carne no se realiza bajo las condiciones higiénicas adecuadas, lo que aumenta el riesgo de contaminación bacteriana. Esto puede resultar en la presencia de patógenos como E. Coli, Salmonella o Campylobacter en la carne, lo que representa un grave riesgo para la salud de los consumidores.
  2. Ausencia de inspección veterinaria: En las faenas clandestinas, no hay una inspección veterinaria oficial para verificar la salud del animal antes del sacrificio. Esto significa que animales enfermos o con condiciones que podrían afectar la seguridad alimentaria pueden no ser detectados, lo que aumenta el riesgo de que productos cárnicos contaminados lleguen al mercado.
  3. Falta de trazabilidad: esto, dificulta identificar el origen y el recorrido de los productos cárnicos. En caso de un brote de enfermedades transmitidas por alimentos, la falta de trazabilidad dificulta identificar y retirar del mercado los productos contaminados, poniendo en riesgo la salud pública.
  4. Incumplimiento de normativas sanitarias: Al operar al margen de las regulaciones sanitarias establecidas, las faenas clandestinas no cumplen con estándares mínimos de higiene y seguridad alimentaria, lo que aumenta el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos.

Por todo esto, es que los auditores de esta agencia de seguridad alimentaria, al constatar faena clandestina, procede inmediatamente al decomiso de la misma ya representa un riesgo significativo para la salud de nuestra comunidad reconquístense, al comprometer la seguridad alimentaria y aumentar la probabilidad de enfermedades transmitidas por alimentos debido a la falta de control sanitario y cumplimiento normativo.

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